Queridos Quesomenteros y Quesomenteras con el permiso concedido por el Conde de
Creixell Don Vicente Cebrián-Sagarriga dueño de las centenarias Bodegas de Marqués de Murrieta, voy a contaros lo que ocurrió el pasado 21-10-2014.
S.M. el Rey Don Juan Carlos inauguraba las rehabilitadas paredes del Castillo de Ygay.
De la bodega no hablaré mucho, más que nada porque hasta quien no sabe de vinos desde cualquier rincón del planeta, conoce Marqués de Murrieta (si, rima, pero no lo he hecho aposta)
Mi jefe, compañero y amigo Aratz Mendieta me avisa días antes de que viene Su Majestad El Rey y que yo soy el encargado en esa comida de servirle. Así fue.
Como una quinceañera delante de un cantante os diré que le di dos veces la mano. He servido al príncipe de Suecia, al jeque de Omán, a Ferrán Adriá, a famosos, deportistas, grandes personalidades... Pero nunca a un Rey de España.
Sin salirme de mi motivo de este texto y repitiendo que tengo el permiso, os diré que Don Vicente preparó dos sorpresas para el monarca:
- Un 1968 en honor al nacimiento del Rey Felipe VI
- Y un 1938 en honor al nacimiento del Rey Juan Carlos
Pero sin darse cuenta, el máximo dirigente de las bodegas preparó una última sorpresa, en este caso a mi persona. Antes de pasar a los postres, rezaba la minuta una selección de quesos, y en una comida donde solo hablaban los que participaban en ella sentados, Don Vicente pidió silencio para avisar a Su Majestad que el experto en quesos de la bodega iba a explicar el orden y la procedencia de cada uno de ellos.
El susto, la tensión, la adrenalina y la emoción me hizo dar un paso y "cantar" la tabla junto al Rey y sin dudar. Después de explicar el último queso, el Cabrales, la mesa dio un aplauso que no se me olvidará fácilmente.
Gracias Aratz, gracias Don Vicente, gracias Majestad.
LA QUESERÍA OJOS DEL GUADIANA CUENTA PARA SUS QUESOS CON LA LECHE DE MÁS DE 5.000 OVEJAS
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