Muy buenos días Quesomenter@s, hoy os propongo el arte de la cata, porque saborear un buen queso es maravilloso pero dividir sus olores y sabores y cumplir los pasos previos
antes de disfrutarlo en boca es sencillamente completo.
Es muy bonito-romántico decir que se necesitan los cinco sentidos para la cata pero voy a omitir el del oído porque para mi juicio sólo expertos podrán ser capaces de reconocer el queso por el sonido del corte, y en el caso de pastas duras, el sonido del crujir mientras permanece en boca. Otros factores nos ayudarán a identificarlo antes que su sonido.
La vista.
Somos muchos los Quesomenteros que devoramos el queso con la mirada pero en este ejercicio hay que tranquilizarse.
- El primer paso será mi querida corteza, analizaremos primeramente si posee, pues hay quesos frescos que carecen de ella. Si tiene el dibujo del molde, si tiene sabores añadidos, bien sean alcoholes, cenizas, especias o aceites, si tienen cera, plástico o parafina, mohos controlados, etc...
- Y ahora el interior. Solo con la vista vamos a descubrir mucha información. Si es pasta dura, cremoso, semiblando, si tiene sabores añadidos, como especias, ceniza, trufa... Si es azul y sobre todo si es provocado, ya que en quesos como el cabrales nunca aparecerán vetas verticales ni horizontales que agilicen su evolución, ya que es 100% natural.
LA TRASHUMANCIA ES EL PASTOREO EN CONTINUO MOVIMIENTO, COSA QUE PROVOCA QUE EN OCASIONES EL RUMIANTE SE ALIMENTE EN UNA COMUNIDAD AUTÓNOMA Y EL QUESO SE PRODUZCA EN OTRA DISTINTA
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