Buenos días Quesomenter@s, hoy presentamos un queso de receta peculiar, para ello nos vamos a Cataluña y en esta ocasión juega un papel importante el factor "accidente" como ya ocurrió con el Morbier o con la Torta Extremeña.
El queso Tupi recibe su nombre por la vasija de barro en la que se comercializa, y es este envase el que verá la transformación que sufre el queso. No hay una receta concreta pero por lo visto en una ocasión hace muchos años algún pastor quiso aprovechar los restos de algún queso defectuoso y en un recipiente de barro añadió piezas de queso fresco y piezas de queso madurado, (sabiendo a conciencia que podía estar mezclando leches de oveja, cabra y vaca) y como conservante y "alegría" también añadió aceite de oliva, aguardiente de orujo y lo tapó.
La suma de estos elementos y el oxígeno hacen que esta pócima comience a fermentar, a esto lo llaman la bollida, llegando a ser su olor insoportable, y tras unos días y como por obra de magia el resultado es una crema granulada como la que vemos en la foto.
Es de nuevo increíble como son estos productos, a este por supuesto también le tenemos que llamar queso y no está prensado, no está cocido, no tiene ojos y no tiene corteza.
Media cucharadita en boca ya nos deja perfectamente la capacidad de distinguir ese aceite de oliva, ese alcohol, esos quesos madurados y también los frescos.
Y como con uvas y un tinto sería muy fácil y esto es Quesomentero, mi proposición es que se pruebe con chocolate. Como ya ocurrió con el Cabrales este queso tan fuerte pide contraste de sabores y en particular lo he probado untado en una pequeña galleta bañada con chocolate con leche y os sorprenderéis de los sabores a frutos secos que nacen de ahí.
LA PALABRA VINO TIENE 203.000.000 RESULTADOS EN GOOGLE,
QUESO TAN SOLO 44.000.000
ARREGLÉMOSLO
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